La fotografía de retrato siempre ha sido una de mis favoritas, he tomado fotos a personas desde que comencé mi carrera como fotógrafo, recuerdo que la primera persona que fotografíe fue a mi mamá Rosy, ella estaba leyendo sentada en un sillón. Esa fotografía la tome con la primer cámara que tuve una Pentax K1000, recuerdo que estaba practicando unos ejercicios de manejo de cámara, velocidad de obturación, profundidad de campo y enfoque (todo manual, por supuesto), esta sencilla cámara me enseño a pensar que era lo que realmente quería transmitir en una fotografía.
Los retratos que trasmiten emociones son mis favoritos, disfruto mucho hacer sesiones casuales, entregas de anillo, amigos, familia, etc. Siempre busco que sean divertidas y relajadas, que las personas se sientan cómodas frente a la cámara para que se puedan mostrar tal y como son, sin poses y transmitan mucha naturalidad.
He tenido la fortuna de fotografiar a personas de muchos lados del mundo, y créanme que a veces el idioma es lo de menos, cuando hay feeling y conexión todo fluye de maravilla, he comprobado que la fotografía es un lenguaje universal.
Hace 3 años comenzó la aventura de ofrecer una experiencia Airbnb; mi amigo Pascal Mozies fue el que me dijo que la hiciera, quería ofrecer una sesión de fotos con un toque de tour por la ciudad. Caminar y descubrir rincones encantadores de San Miguel de Allende. Definitivamente hacer retratos me apasiona, ya le debía una entrada de blog a esta parte de mi trabajo.
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